Al estampar sobre tela de cama quiero evocar la cercanía de lo físico, lo corpóreo.Sábanas y fundas se transforman en los soportes directos de restos y manchas propias de la piel. Con ello se pretende simbolizar la memoria de quien lo ha habitado.
Para varios de estos trabajos utilicé sangre como vehículo de estampación, queriendo relacionar un resto orgánico con un cuerpo humano para ser citado por la imagen impresa.Entonces, la impresión realizada sobre una vieja sábana reconstruye así la huella del cuerpo de una niña maltratada y el dolor vivido mediante el uso de la sangre como significante de ese maltrato.